Maricarmen Galindo
(05-Oct-2008).-
Con un trapo en mano, los franeleros se han convertido en un problema que nadie frena, pese a los intentos de Vialidad y Ayuntamientos de 'espantarlos' con operativos desde el 2002, pues siguen apoderándose de las calles exigiendo cuotas para permitir estacionarse hasta en tres filas violando los reglamentos. El darles propina no garantiza la seguridad del carro ni las multas, ya que las retiran para que el dueño no las vea. Los automovilistas que no acceden corren riesgo de ser agredidos.
Comentarios y sugerencias: fotorreportajes@mural.com