lunes, 9 de junio de 2008

“Salir de la penitencia”

Las ciudades de México tienen que “salir de la penitencia”, no tendríamos por qué purgar los mismos pecados, aun sin cometerlos, al intentar imitar a ciudades como Ámsterdam, en Holanda, o Copenhague, en Dinamarca, unas de las principales referencias en el mundo de sitios con infraestructura para ciclistas. Cada ciudad y cada zona dentro de ella tienen condiciones especiales que implican distintos sistemas de seguridad para los ciclistas. No todo es construir ciclovías. Así lo reflexiona Alfonso Sanz, el consultor en urbanismo que realizó uno de los manuales más reconocidos sobre cómo construir vías ciclistas.
Otro coincide, es Esteban García, auditor de vías ciclistas en Europa: “¡Cuidado, no quiera seguir el patrón de colonización importado de ciudades europeas! Nos han hecho olvidar que el lugar normal de los ciclistas es la calle. Europa no tiene que enseñarles, es un espejismo provocado por un bombardeo”.
Pedalear en una ciudad de 20 millones de habitantes, apretada, congestionada, con circuitos interiores y dobles pisos construidos para desahogar el tráfico que hacen cinco millones de autos, podría sugerir una dosis de peligro, para algunos sería normal pensar que en estas condiciones es peligroso transportarse en bici, pero también caminar y andar en auto. “Si la bici fuera peligrosa, tendría que haber infinidad de accidentes al día. Los conductores reconocen a un ciclista que sabe lo que está haciendo. No hay que hacer ciclovías, sino educar para andar en bici”, completa Esteban García