Concluyó el Congreso Nacional de Ciclismo Urbano
El ciclismo es una opción viable para mejorar la movilidad citadina, pero su impulso, vía la construcción de ciclorutas, debe ir con una campaña sobre el buen uso y respeto a este medio de transporte.
8-Junio-08
Hace unos días pusieron a prueba a dos ciclistas urbanos de la ciudad de México. Debían competir contra un automovilista y un motociclista para llegar en mejor tiempo de Ciudad Satélite al Zócalo, en el centro. La distancia recorrida fueron 17 kilómetros, en hora pico, aunque por casualidad no hubo congestionamiento vehicular. El primero en llegar fue el que pedaleó por avenidas (40 minutos). El último, el que condujo auto (52 minutos).
Esta es la prueba para debatir que andar en bici por la ciudad no es peligroso y suele ser más rápido que trasladarse en coche. Durante tres días distintos organismos, especialistas y técnicos del ciclismo urbano estuvieron discutiendo en el primer Congreso Nacional de Ciclismo Urbano cómo fomentar el uso de la bicicleta como medio de transporte. Todos opinaban lo mismo: lo primero a vencer es el problema de percepción de que andar en bicicleta por la ciudad es peligroso.
“La percepción cambia rápido, pero la cultura toma tiempo”, lo dijo Amarilis, chilena. Y para cambiar la cultura vial se necesita invertir recursos. A decir de los especialistas, en México es necesario destinar presupuesto para campañas de educación vial, y que otras instancias gubernamentales como las de salud y educación se monten al tema y lo adopten.
En México, la séptima causa de muerte es provocada por accidentes entre automovilistas y peatones; y es la primera entre jóvenes de 17 y 30 años de edad, refiere Bernardo Baranda, director en México del Instituto de Transporte y Desarrollo de Políticas (ITDP). “Es una epidemia silenciosa”, un problema de salud pública, dice. Curiosamente, entre más puentes peatonales hay en una ciudad, más muertes se relacionan a los incidentes auto-viandante.
Hasta ahora las políticas de desarrollo de las ciudades han hecho distinciones en favor del automóvil. León Hamui, ciclista urbano y empresario, reclama: “¿Cómo es posible que el gobierno del Distrito Federal invertirá 600 millones de pesos en seis años para infraestructura de vías ciclistas, y para obras viales de autos destinará 21 mil millones de pesos?”, una funcionaria de la jefatura del gobierno le respondió: “La ciudad necesita infraestructura y los cinco millones de autos también son una realidad”.
El uso de la bicicleta requiere convertirse en una política pública que defienda el derecho a usar la bici en la ciudad. “Necesitamos trabajar en la preocupación de los padres sobre la seguridad de sus hijos”, apunta Alfonso Sanz, consultor de urbanismo.
Ciudad de México/Patricia Martínez/Enviada
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