Público:
Expertos recomiendan apoyo oficial a los recorridos a pie para mejorar la calidad de vida citadina
Las banquetas tapatías también sufren el deterioro urbano; los peatones son sus rutinarias víctimas.
Consideradas como tierra de todos y de nadie, las áreas por donde se mueven los peatones no reciben la atención que se merecen. Foto: Luz Vazquez
Uno podría pensar que en Guadalajara y la zona metropolitana la mayoría de habitantes se mueve en automóvil. 1.5 millones de coches circulando, más los 240 que se agregan cada día, hacen creerlo. Pero, la realidad es que la mayor parte de los viajes diarios son a pie (37.4 por ciento), así lo indica el estudio Desplazamientos Origen y Destino, realizado por el gobierno del estado.
Uno creería, también, que la tendencia es moverse en auto, pero según descubre el estudio quienes más caminan son estudiantes, amas de casa, menores de cinco años y empleados, por lapsos de cinco a 20 minutos, eso se traduce en una oportunidad de crear redes peatonales dentro de los barrios y promover el uso de la bici como medio de transporte, interpreta Mario Córdova España, consultor y coordinador del análisis.
Por lo tanto, el peatón en la movilidad de la ciudad es el actor más importante. Pero, en una cultura dominada por el automóvil, las zonas peatonales están en desventaja; el ejemplo son las banquetas, que por lo general lucen deterioradas, aunque hay lugares en que ni siquiera existen.

Catalogue todas las que recuerde: las fracturadas por raíces de los árboles, las que convirtieron en estacionamiento, las angostas, a las que les cortaron una parte para ampliar la calle, las que quedaron sepultadas bajo capas de asfalto, las invadidas por puestos ambulantes o teléfonos públicos. A la variedad agregue otras zonas peatonales como cruces en las esquinas, rampas para gente con discapacidad y camellones. El resultado más visible es la incompatibilidad de los usos de la calle: más espacio para los autos y menos para los viandantes.
La solución sería proponer mejoras para las áreas peatonales, sin embargo, lo único que suele pensarse es en las zonas habitualmente céntricas de la ciudad, denuncian los especialistas de la Federación Internacional de los Peatones (FIP). Por ejemplo, el Ayuntamiento de Guadalajara anunció que invertirá 92 millones de pesos, este año, para rehabilitar las banquetas del Centro Histórico. “Desde el punto de vista de la movilidad, las zonas peatonales representan una solución muy localizada y parcial de las necesidades que tienen los peatones, pues ni se camina sólo para comprar o hacer turismo, ni se camina exclusivamente en unas pocas calles del centro urbano. Por ese motivo han sido calificadas en ocasiones como las “reservas de indios” que se conceden “generosamente” a quienes fuera de ellas no tienen los mínimos derechos de circular en condiciones seguras, cómodas y atractivas”, resume un análisis de la federación.
En Guadalajara y la zona metropolitana los desplazamientos peatonales ocurren, sobre todo, en el interior de los barrios. Mario Córdova habla de la importancia de reconvertir la calidad de vida en la ciudad, a partir de los caminos cortos. “Es una buena noticia que la mayoría de desplazamientos sea a pie, porque significa que a pesar del problema de motorización, hay posibilidad de que la ciudad recupere calidad de vida a través del transporte no motorizado, como los recorridos a pie. Los gobiernos locales y el estatal deberían considerar la consolidación de los entornos y centros barriales”.
Su propuesta es equipar y consolidar las calles de los centros barriales y así fortalecer lo que ya ocurre en su interior: amas de casa que caminan al mercado, personas que caminan a su trabajo, estudiantes que caminan a la escuela. Las razones puede ser desde la falta de recursos económicos para pagar el camión, por falta de transporte y porque todavía hay proximidad: la ciudad se presta para caminar y convivir.
—¿Propone solucionar la movilidad de los barrios hacia afuera? “Acciones paralelas, no es suficiente fortalecer al interior de los barrios sino articularlos a otros. Se puede incentivarlos con otras modalidades de transporte”.
“Hay quienes creen que con las zonas peatonales pueden resolverse todos los entuertos del sistema de transporte y hay quienes opinan que son la causa de todo tipo de males urbanísticos, sociales y económicos”, señala la FIP en el análisis A pie para pensar la movilidad.
En el documento describen cómo a las áreas peatonales se les suele acusar de la falta de vitalidad de un barrio en horarios no comerciales; o de la expulsión de antiguos residentes por nuevos usos capaces de pagar el incremento del precio del metro cuadrado; de la concentración de bares; de la aparición de vendedores ambulantes que, a final de cuentas, deterioran la calidad de vida de la colonia.
“Pero ninguno de esos cambios puede atribuirse de modo principal y en exclusiva a la peatonalización, sino a las políticas urbanísticas y de movilidad de la que aquella forma parte. Por ejemplo, son las políticas urbanísticas de vivienda y usos de suelo, las que facilitan o disuaden los cambios de viviendas a comercios u oficinas en el centro urbano y expulsan a los jóvenes y ancianos que no pueden pagar los alquileres o la compra de una vivienda en las zonas objeto de la peatonalización”.
Los especialistas de la Federación coinciden en que las zonas peatonales tienen la ventaja que ayudan a contrapesar los inconvenientes de la cultura dominada por el automóvil: “Muestran las posibilidades de un espacio libre de coches y educan sobre lo que nos perdemos cuando permitimos que los autos dominen el espacio público”.
¿Quién es el responsable de las banquetas?
Cuando la banqueta está frente a una propiedad, el dueño o quien alquila es el responsable
Cuando es parte de un espacio público, entonces es responsabilidad de quien administra ese espacio (ayuntamiento o gobierno del Estado)
Si es un parque abierto en una colonia y con una concesión de la junta vecinal, ellos son responsables
Carta Internacional del Caminar
Estimado peatón: La presente misiva fue elaborada después de largos debates entre expertos de todo el mundo, en 1999, y muestra cómo crear una cultura donde la gente elija caminar. La carta puede ser firmada por cualquier particular, organización, autoridad o grupo vecinal que apoye esta visión y principios estratégicos para promover su realización.
A continuación describimos algunas de las acciones que sugiere para reorientar las políticas actuales de desarrollo que limitan la posibilidad de caminar.
1. Incrementar la movilidad integral
Asegurar una movilidad con la libertad adecuada para todos, proporcionando accesibilidad a pie para el mayor número de personas y a la mayor cantidad de lugares
2. Diseñar y gestionar espacios para las personas
Las calles son espacios dedicados a hechos tanto sociales como a los de transporte; incluir la reordenación del espacio vial, implementar las áreas de prioridad para el peatón y crear entornos libres de vehículos
Proporcionar calles limpias, bien iluminadas, pasos libres de obstáculos y cruces seguros
Señalización clara y paneles informativos para fomentar la planificación y exploración de desplazamientos a pie
3. Mejorar la integración de las redes peatonales
Construir y mantener redes para caminar bien conectadas, funcionales y seguras entre sus hogares y destinos barriales
Diseñar paradas de transporte público con acceso fácil, seguro e información
4. Planeación
Dar prioridad a los modos de transporte sostenibles, como caminar e ir en bici, y dar preferencia de tráfico a los desplazamientos locales sobre viajes de larga distancia
Reducir las condiciones que favorezcan un estilo de vida dependiente del auto, por ejemplo, reducir las urbanizaciones dispersas sin acceso al transporte público
5. Reducir el peligro de atropellos
Incrementando las zonas de velocidad reducida, en lugar de segregar a los peatones o limitar sus movimientos
Impulsar una cultura de conducción amable con el peatón mediante campañas y hacer respetar las normas de vialidad
Reducir la velocidad de los autos en zonas residenciales, calles comerciales y alrededor de escuelas
Asegurarse de que las facilidades para ciclistas y otros modos de transporte autónomo sostenibles no comprometan la seguridad o comodidad de los peatones
6. Mejorar la sensación y seguridad personal
Asegurar que la arquitectura dé vistas hacia la actividad de la calle
Realizar auditorías peatonales de día y de noche para identificar las preocupaciones por la seguridad personal y las áreas a ser mejoradas
7. Aumentar el apoyo de las instituciones
Involucrar a las dependencias de todos los niveles, para reconocer la importancia al fomento e impulso del caminar y así fomentar políticas y acciones complementarias
Consultar periódicamente a las organizaciones locales que representan a los peatones y a otros colectivos relevantes incluyendo a gente joven, a personas mayores y con alguna discapacidad
Implantar proyectos-piloto para avanzar en la buena práctica e investigación
8. Desarrollar una cultura del caminar
Crear una imagen positiva del caminar fomentando el ejercer ser peatón como una parte de nuestra herencia cultural y mediante eventos culturales, por ejemplo en arquitectura, exposiciones de arte, teatro, lecturas literarias, fotografía y cine en las calles
Incentivar económicamente a la gente que camina más, mediante actuaciones del comercio local, puntos de trabajo e incentivos gubernamentales
Fuente: www.walk21.com En esta página puede descargar el formato original para firmar y repartir la Carta Internacional del Caminar
¿Quién es el responsable de las banquetas?
Cuando la banqueta está frente a una propiedad, el dueño o quien alquila es el responsable
Cuando es parte de un espacio público, entonces es responsabilidad de quien administra ese espacio (ayuntamiento o gobierno del Estado)
Si es un parque abierto en una colonia y con una concesión de la junta vecinal, ellos son responsables.
Guadalajara/Patricia Martínez