Fausto Esparza regresó a las carreras ciclistas ayer entre algunas lágrimas, aplausos, fuertes apretones de manos, abrazos y saludos de sus amigos y compañeros.
"Sigo en la lucha, no es fácil venir y estar en silla de ruedas, me quiero subir a la bici, pero sé que voy a salir de esta", dijo Fausto, quien hace dos meses tuvo una caída que lo dejó inmóvil de la cintura para abajo; ayer fue el invitado de honor y encargado de dar el banderazo inicial de la Copa Guadalajara de Ciclismo 2008.