Mañana empiezan a demoler la bóveda dañada; terminarán el 16 de septiembre.
Ayer agentes de tránsito empezaron a organizar los cortes para hacer más fluida la circulación en la zona. Foto: Marco A. Vargas
15-Junio-08
Conductores particulares, de transporte público, peatones: todos serán víctimas durante tres meses del cierre del túnel de López Mateos y Las Rosas, en tanto el gobierno del estado repara el colector para que el paso vehicular vuelva a ser utilizable, obra cuyo costo está calculado entre los 40 y 50 millones de pesos.En el transcurso de la mañana de ayer, elementos de la Secretaría de Vialidad se dieron a la tarea de organizar los cortes de circulación: de sur a norte la desviación quedó ubicada a la altura de la calle Iztaccíhuatl, tres cuadras después de Plaza del Sol.Y en el otro sentido, de la Minerva hacia Plaza del Sol, el corte se estableció en la salida para tomar avenida Guadalupe, para que a partir de este punto los vehículos circulen por la lateral hasta su incorporación nuevamente al carril central de López Mateos a la altura del centro comercial.Cabe recordar que los trabajos arrancarán mañana lunes con la demolición de la bóveda del colector dañado, por lo que, según el calendario presentado ayer, la obra tendría que concluir el 16 de septiembre, como última fecha.Algunos ciudadanos entrevistados por Público manifestaron su preocupación por la tardanza en la reparación del colector. Susana Santiago, trabajadora de una farmacia en Plaza del Sol y vecina del fraccionamiento El Palomar, expuso que antes del cierre del paso vehicular hacía de 20 a 25 minutos en camión hasta su trabajo; ahora la duración del trayecto es insegura porque puede tardar, como ya le sucedió, hasta una hora.Otros vecinos de la avenida Las Rosas señalaron que a ellos las obras de reparación en el túnel no les impactaban mayormente, excepto por el cierre de la calle La Ermita, a dos cuadras de López Mateos, lo que provoca que se concentre un número importante de automóviles sobre la calle 12 de Diciembre, la cual es angosta y no apta para tráfico pesado.José Eduardo Castell López, habitante de Zoquipan, todos los días tiene que circular desde su casa hasta llegar a Expo Guadalajara. Uno de los tramos que recorre forzosamente es el de la glorieta de los Niños Héroes, por Mariano Otero hasta su destino: “Antes sólo en las horas pico se ponía pesado el tráfico; ahora, simplemente es pesado manejar a cualquier hora”.
Guadalajara/Jaime Ramírez Yáñez
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