martes, 17 de junio de 2008

Cartas del Lector / Opina experto sobre colector

Ing. Jesús Ocegueda / Guadalajara, Centro.
Ante el cúmulo de críticas sobre la fractura del colector de López Mateos, que paralizó el tránsito en el túnel de Avenida Las Rosas -todas ellas expresadas con mucho coraje por los trastornos que va a causar su reparación, además de los ya causados durante la obra-, creo conveniente verter una opinión que ayude a informar y matizar el tema, pues la hidráulica es mi especialidad.
Los periódicos reportan que el colector, en forma de herradura, sufrió fractura en ambos costados a lo largo de unos 250 metros. La explicación es sencilla: los colectores que conducen aguas de lluvia y residuales trabajan por gravedad (como si fueran canales abiertos) y su diseño estructural se hace pensando en la presión que van a recibir de la tierra compactada que van a cargar al estar enterrados. Sin embargo, en esta ocasión se le quitó la tierra compactada que tenía encima y el encofrado a base de concreto armado que le pusieron encima no se les ocurrió anclarlo para que, cuando por exceso de agua dentro del colector trabajara a presión -como ocurre varias veces en temporal de lluvias-, no levantara la parte superior y lo reventara.
Cuando un trabajo sale bien, el mérito se atribuye al proyectista y al supervisor, y decía un maestro que las placas de la inauguración deberían consignar los datos de ambos. Por consiguiente, cuando sale mal un trabajo, también se debe reclamar a ambos. En este caso, aparte del proyectista, también se debe localizar al supervisor del proyecto (el de la obra es aparte) que está dentro de Sedeur.
Por otra parte, este colector que está construido a base de mampostería de piedra pegada con mortero de cemento y arena de río, recubierto en su cara interna por una capa de 3 centímetros de mortero a base de cemento y arena de río, puede durar los 2 mil años que ha durado "La Gran Cloaca" de Roma y no 30 ó 40 años, como declaró a un periódico un pretendido experto en la materia.
Lo que está deteriorado a todo lo largo de dicho colector -que descarga en otro que se aloja en Avenida Patria- es su cara interna, la cual está toda cacariza, pero no por la erosión del agua de lluvia, como se creía, sino por el gas metano y el ácido sulfhídrico que expelen las aguas negras que conduce, como en el reporte técnico sobre el Drenaje Profundo de la Ciudad de México.
Además de lo anterior, en su trayecto de 9 kilómetros tiene discontinuidad en su capacidad hidráulica de conducción, esto es, si por ejemplo en un tramo puede conducir 25 metros cúbicos por segundo, en el siguiente tramo aguas abajo pueden ser sólo 20 y en el que sigue 30. Esto, en hidráulica de canales abiertos, quiere decir que prevalece la capacidad menor, o sea, 20. Aquí la solución es recubrirlo con resinas para restituirle y mejorarle su capacidad de conducción hidráulica.
El suscrito realizó un análisis de la capacidad hidráulica del colector López Mateos desde la Glorieta Mariano Otero hasta la Avenida Patria y de la manera de remediar las discontinuidades, y lo envió en forma de artículo desde el 2006 para su publicación en la revista del Colegio de Ingenieros Civiles del Estado de Jalisco, el cual no ha sido publicado. Si cuando menos lo hubieran leído el pasado presidente y el actual, hubieran tenido más elementos de juicio al opinar a nombre de dicho colegio.
Esto, y tecnificar la operación del Canal Santa Catalina -que intercepta las aguas que escurren del Poniente hacia el Oriente- para convertirlo en vaso regulador operado automáticamente y zona de infiltración del agua de lluvia, ayudaría mucho a reducir la inundación de Plaza del Sol. Contiene dicho artículo otras sugerencias secundarias tendientes a lograr el mismo fin.

Ing. Jesús Ocegueda
Guadalajara, Centro.