Educación
Dos hechos lamentables atestiguados por un servidor en los últimos días me han demostrado el poco nivel de cultura de los tapatíos como sociedad en general. En primer lugar, un día entre semana cualquiera, a eso de las cinco de la tarde, esperar a la ruta 25 a la altura de avenida Patria y la entrada a Puerta de Hierro es un calvario. Se pasaron de largo fácilmente unas diez unidades en el lapso de una hora sin acceder al abordaje de los pasajeros, aún cuando muchas de ellas circulaban semivacías. Inaudito. Cansado de la copiosa espera, decidí caminar hasta Plaza Patria, por la avenida homónima, en busca de mejor suerte con alguna otra ruta en aquel punto. En el camino, me fue arrojada una botella de Coca Cola desde un auto lujoso que circulaba a toda velocidad por el bosque Los Colomos. Esto último terminó por enervarme y darme cuenta del bajo nivel cultural de los tapatíos. Porque lo anterior es cosa de todos los días. Nos ufanamos de la Feria Internacional del Libro, del Festival de Mayo y de los conciertos del Diana y el Auditorio Metropolitano. Qué vergüenza, porque la verdadera cultura empieza por la educación básica, ésa que enseña a ser afable con el prójimo y a no tirar basura en las calles, por ejemplo. Señores Alejandro Cravioto, Miguel Ángel Martínez y Emilio González Márquez, he ahí un gran pendiente para Jalisco.
Sergio Humberto Espinoza Cruz
